Posiblemente Soo sea el pueblo de la Isla de Lanzarote que en el Señorío de los Marqueses de Lanzarote más berberiscos acogió en su secas llanuras de jable llamadas de Juan del Hierro.
En Soo está La Caldera Trasera, uno de los cráter mas antiguos de Lanzarote con más de mil años de antigüedad, y detrás, el temible rebolaje de Machín, por donde los pescadores no intentan acercarse por el peligro que encierra la mar por esa parte, tal que incluso una
goleta del siglo XVIII zozobró en esa zona sin que se pudiese rescatar las pertenencias que el fuerte oleaje hizo desaparecer en poco tiempo, y ni del barco y el cargamento de azúcar que llevaba en sus bodegas se supo.
El paisaje de Soo se parece mucho a cualquier pueblo de África. Sus pequeñas casas con apenas ventanas son propias de los semitas.
Cierto que en los siglos XVI y XVII, se establecieron en esta parte de la isla, los majos por orden de los Marqueses de Lanzarote, juntamente con los esclavos de los Herrera - Peraza. Al que luego Felipe III en 1610 autorizó matrimonios entre los indígenas y los moriscos,
saliendo posiblemente una raza nueva que hasta hoy se ve en los residentes del pueblo, mujeres de piel tostada, ojos y cabellos negros.
Un año antes, en 1609, se declaró la expulsión del territorio hispano a todos los moriscos, con excepción de Lanzarote, que por esa época triplicaba a la población nativa de la isla. Lanzarote había sufrido durante mas de sesenta años,
las invasiones moriscas y turcas llevándose consigo a mas de 1.500 nativos de la isla que vendían como esclavos o pidiendo por ellos rescates. Lanzarote lloró como nunca en estos años por los que se llevaron y costó en el tiempo muchos reales que pagaron para que pudieran dejarlos en libertad, aunque algunos de ellos perecieron en países extranjeros como esclavos, sobre todo en Argelia, y otros no pudieron ser liberados.
A principios del siglo XX, cuando los hombres de Soo tienen que acercarse hasta en el Puerto de Arrecife se les recuerda como personas e gran capacidad mental, capaz de retener en la mente asuntos del Código abogando por sus derechos testimoniados por esta facilidad de retención de asuntos de leyes. En cambio, las mujeres eran profesas de sus maridos y no permitían bajo ningún concepto la traición de sus cónyuges.



La línea ferrea Soo, de las más importantes en EE.UU.A Silvia, mujer de ojos y pelo negro de piel tostada, de Soo.
3 comentarios:
MUCHAS GRACIAS. SIN PALABRAS
Estás como una cabra...
Acabo de ver la foto misteriosa que me comentaste y no veas que miedito me acaba de dar, por favor envíala a Cuarto Milenio.
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